Chica seria y responsable

Las paradas de autobuses de las zonas residenciales de Madrid, están tapizadas con anuncios improvisados y de caligrafía esperanzada. En ellos los inmigrantes ofrecen servicios varios: asistentas, jardineros, choferes… apelan a su nacionalidad como carta de presentación, y un ingenuo uso de intangibles, seriedad y responsabilidad, completan la nota.

Suelen ir más o menos así: Chica (incluir gentilicio), seria y responsable, se ofrece para cuidar niños, o ancianos, labores del hogar sabiendo cocina y plancha. Interna o por horas, favor llamar al teléfono x, preguntar por Zulay.

Ya les comenté en una nota anterior, que también colecciono periódicos viejos. En ellos, junto al olor naftalínico del raquítico papel amarillo, es muy común encontrar avisos clasificados, como estos que he extraído:

Caracas jueves 13 de septiembre de 1955. Ultimas Noticias

SE OFRECE SEÑORITA ESPAÑOLA
de buena presencia para casa
de familia niñera cargadora,
sírvanse llamar a este Nº 55-07-38

CHOFER ESPAÑOL CON MAS DE 11
años de experiencia en el país
y suficiente experiencia en el ramo
de camiones, desea responsabilizarse
en alguna empresa o compañia.
Dirección Canónigo a San Ramón, garaje Abreu.
Telf 55-63-45

Caracas, lunes 26 de julio de 1955. Ultimas noticias

SE SOLICITA SEÑORITA ESPAÑOLA,
o Italiana para trabajar en café o refresquería.
Avenida principal San Agustín del Sur,
La Charniga, Palma Sola.

Una de las razones por las cuales me gusta analizar los detalles cotidianos de la inmigración, en cualquier época, es porque me permite entender mejor el fenómeno y me facilita ahondar en el concepto de ciclo histórico. Además, puedo corroborar que casi ningún pueblo ha estado preparado para ella (ni origen, ni destino), y que la memoria histórica común, suele tener ataques de amnesia, debido a los golpes de testa que le dan los pueblos.

k vna s sta

Una empresa británica despidió a dos mil quinientos empleados a través de mensajes de texto (sms), enviados a sus móviles (celulares). Una popular emisora de televisión española despidió a más de 200 empleados a través del fax, llamadas telefónicas y mensajes de voz, dejados en contestadoras. El 40% de las grandes empresas en España, se decanta por el correo electrónico para comunicar despidos.

Prefiero definir la tecnología por sus usos sociales, y cada vez que veo un nuevo invento, me entretengo en intentar adivinar cómo lo usará la gente. Pero los que encabezan esta nota, creo que comienzan a apuntalar conductas empobrecedoras. Corriendo el riesgo de parecer cursi, opino que hay cosas que están hechas para decirse directamente, en persona, y vale que quede un justificante escrito, pero que siempre se dé la oportunidad de escuchar y ver a quien hace la comunicación.

Tal vez todo lo comenzó el mismo Dios, cuando en lugar de anunciar con su propia voz los diez mandamientos, los escribió en unas tablitas. Aunque es propio decir, que resarció el error cuando envió a su hijo, nuestro Señor, y le dejó instrucciones claras de no dejar nada escrito, cosa que éste cumplió cabalmente. Luego otros, como Sócrates también le imitaron.

Estoy a favor del uso de la tecnología para mejorar la comunicación, no para deshumanizarla. Sin duda hay muchas personas que ya usan estos métodos para decir cosas importantes: pedir matrimonio, proponer noviazgos, dar pésames, mentar la madre, y que por otro lado odian hablar con una computadora para consultar su saldo bancario, para esta tarea si que prefieren a un humano. Es una cosa loca.

Al menos nos queda el teléfono: si se observa a alguien hablando por teléfono, se nota que se le hace difícil no sonreír o fruncir el ceño para acompañar lo que dice, aunque quien lo escucha no lo está viendo. Pero de allí, a comunicar transcendencias en ochentas caracteres, se me antoja un esnobismo chabacano.

Todo esto me trae a la memoria a una empresa que conocí, que llevaba estas prácticas a niveles muy sofisticados: Si una mañana encendías la máquina y no podías hacer login en la red, era indicativo de que debías pasar por recursos humanos a buscar el finiquito… muchas veces vi a más de uno palidecer cuando se equivocaba escribiendo su clave o estaba activo el caplock.

El buen nombre

Conozco gente que no está a gusto con su nombre de pila, incluso algunos que se lo cambian y hacen que la gente les llame de otra forma, con el segundo nombre, o el diminutivo. Una de las primeras cosas que no podemos escoger en la vida, es nuestro propio nombre. Es responsabilidad de nuestros padres y alguna que otra vez, de las habilidades mecanográficas del funcionario que nos inscribe en el registro civil.

Hasta qué punto el nombre ejerce influencia en la personalidad (o al revés). Hay gente que tiene la cara de su nombre y no concibo que pudiese llamarse de otra manera, pero hay otros que, definitivamente, han sido víctimas de la falta de pensamiento anticipatorio de sus padres. También me gustaría saber si el nombre funciona como un patrón, si nuestros progenitores albergan la esperanza que nuestro comportamiento responda, al significado de nuestro nombre: Próspero, Angélica, Blanca, Pura, Justo, Dolores…

Lo que si es cierto, es que tienen una influencia de marketing: ¿Imaginan a Marilyn Monroe llamándose Norma Jean? pues yo no. O a Hitler usando su verdadero apellido, Schicklgruber; ¡hasta nos hubiésemos ahorrado una guerra!, y a propósito: ya en Irak hay unos cuantos niños que se llaman Bush.

Todo esto viene a cuento, porque hoy en día tenemos a nuestra disposición un lujo que estaba reservado al Papa, a los artistas, poetas y prostitutas: Elegir nombre, y arropar con él una personalidad. Notad, que nosotros tampoco podíamos elegir nuestro apodo o mote, también lo elegían por nosotros, y casi siempre para recordarnos defectos.

Pero hoy tenemos Internet y aquí podemos elegir nombre, (de momento) y aunque parezca una estupidez, el elegido dice mucho de nuestra personalidad real. Es en lo primero que me fijo en los foros y en los blogs, en estos seudónimos, porque son producto de un ejercicio de libertad.

Suelen repetirse muy poco, casi todos son muy originales, cortos y perseverantes. Aunque hay casos extremos, personas que lo cambian con el estado de ánimo y otros que tienen varios, que usan para decir según qué cosas. Yo por ejemplo tengo dos, pero hay uno que ya está muy mayor y no quiere salir de casa.

Finalmente, no creo que nuestros nombres en Internet sean un esfuerzo por el anonimato, dado que hoy en día la tecnología permite descubrir que eres un perro, sino más bien una oportunidad de ser más como quisiéramos ser.