La Sociedad de la Defensa

Y apenas es Lunes. Fue lo último que pensé antes de pasar a ese estado de animación suspendida, en el cual solemos entrar cuando volvemos a casa, después de todo un día luchando contra las hienas. El vagón estaba casi vacío y el tren en marcha, y recuerdo también haber oído que alguien entraba por la puerta que comunica los vagones, pero me resultó un sonido familiar. Gente en busca de mejores puestos, o que simplemente huye de algún ex novio que acaba de subir. Ni abrí los ojos. Cuando comenzaba con las embestidas del verdadero sueño, una enérgica voz me despertó. Era un soldado de raza negra, de las fuerzas armadas españolas, con cara de misión que me preguntó, apuntándole con la boca. ¿Es suya esa mochila?

Si que era mía, aunque hubiese sido fácil deducirlo, porque la llevaba sentada en el asiento de al lado. Pero ese es el problema con las sospechas, no te dejan tranquilo hasta que las descartas. Esta es una escena que se ha de estar produciendo cientos de veces todos los días, desde que los militares custodian todo el servicio ferroviario español, chicos y chicas soldados y armados, dentro de los vagones o a la intemperie de los railes en busca de “algo sospechoso”.

Hace unos días, mi amigo cyberf publicaba una nota en la cual se preguntaba sobre lo que vendría luego de la Sociedad del Conocimiento, y terminaba apostando por la sociedad de la creatividad. Me resultó coherente en el ámbito empresarial, aunque comenté irónicamente, empujado por la confianza y como buscando camorra dialéctica, que me parecía que se quedaba corto. Aunque es una actividad que se le debe dejar a otros, esa de denominar a las sociedades, yo apostaría por un calificativo que refleje un aspecto dominante en nuestra cotidianidad. Así creo mas bien, que estamos entrando en la Sociedad de la Defensa.

Desde aquella mañana en la cual las estaciones de tren amanecieron custodiadas por el ejército y las del metro por la policía, la gente ha tratado de mantener la compostura. Hacer como que no están allí. Las ancianas con sus conversaciones habituales, los enamorados con sus “primaverales” muestras de amor o los ejecutivos al teléfono, increpando en público a sus esclavos. Pero la ola de silencio que se produce al paso de estos muchachos “camuflados” de verde, delata la intranquilidad colectiva.

Estamos en una sociedad que se defiende de un enemigo diluido. En la que ya la precaución ancestral de evitar pasear solos por calles vacías, y mirar de vez en cuando hacia atrás por encima del hombro, no es suficiente. Creo que hay cosas que no deben durar para siempre y esta es una de ellas. Me entristece pensar que viviré el resto de mis días, con la mano de visera, descartando sospechas.

Nota del Cartero: Por razones logísticas, escribo las notas algunos días antes de su publicación. Así que a modo de actualización les comento que, esta mañana por primera vez desde que resido aquí, me han llamado ciudadano. Fue otro soldado, al pasar el torno que me llava a la vía del tren. Me saludó con un «buenos días ciudadano», con la mano abierta a la altura de la sien derecha. ¿Me permite su documentación? Vamos, como que la sospechosa no es mi mochila :-/ probaré con otra corbata, porque no creo que sean mis ojos verdes cotoperí. :>>

10 pensamientos en “La Sociedad de la Defensa

  1. Más por fastidiar que por otra cosa yo pregunto: ¿Cuál es la gran estrategia de seguridad detrás de la costumbre de solicitarle los papeles a un «ciudadano»?
    Porque si a ver vamos, en el supuesto negado de que El Chacal ( a buen resguardo de la Suretè, espero) se pasease por las calles de Madrid, de seguro que sus papeles de identidad no dirían Ilich Ramírez, de profesión terrorista y mangante por vocación.
    Igualmente:Qué información provee la pregunta: ¿Es esa su mochila?… R: Sí, es mía, así como los sandwiches, libros, bombas y repelente de insectos en aerosol que llevo. Si el increpante no revisa, previa solicitud de permiso para ello ¿Para qué pregunta? … Como si los que ponen bombas en los trenes se sentaran al lado de ellas cual atento novio.

    No sé, es algo que siempre me ha angustiado. Es como la costumbre de despotricar contra los que llegan tarde a un evento, ante los presentes más que puntuales…

    Oca, es inútil que cambies la corbata: Big brother is watching you! = Orwell’s 1984 ( en el 2004 ???)

    Un saludo de incógnito
    Palas

  2. Lo de pedir papeles:

    Creo que tiene que ver con una estratergia de intimidación, para provocar algún tipo de reacción sospechosa del sospechoso 🙂 Ahora, lo que no sé es su efectividad estadística, en lo que a seguridad se refiere.

    ¿Es suya esa mochila?
    Así, sólo no tiene mucho sentido.

    Ver dentro:
    Bueno, como que leyeron este blog y esta mañana me han pedido que la abriese. Aunque demás está decir, que la sospechosa es la combinación extranjero-mochila. 🙁 es en realidad lo que quería reflejar en la nota. Un ambiente de emergente desconfianza extrema. Así que ya sabeis, tengo cara sospechosa también, porque a los que no tenían cara sospechosa los dejaron pasar sin ver nada. De momento estoy pensando en comprar una mochila semi-transparente, con un bombillo dentro, que se encienda en consecuencia y permita mirar desde fuera, para evitar la incomodidad de la revizá. Algo parecido ocurre en los aeropuertos latinoamericanos. Por definición cualquiera que viaje al exterior es narco y hay que demostrar lo contrario ante las autoridades competentes. Que cosas… y yo que dejé de ir a graffiti porque me parecía extremo que miraran dentro de los bolsos al salir. Eso se llama confianza en el cliente. 😉

    Como extraño la Guerra Fría…

  3. Antes los malos de las películas eran los indios, luego los negros y ahora desafortunadamente somos los latinos. 🙁

  4. Mal mirada la cosa, como que tienen razón: No hay nada más peligroso que un hombre inteligente y que encima va con la cara puesta… Jo!
    Lo de la mochila glasnost me parece muy complicado. Prueba mejor con tónico capilar en el puente de las cejas, así parecerás gallego y nadie se meterá contigo. Y la fulana mochila, amárratela como un koala ( es decir, por delante, como si estuvieses embarazado) lo cual junto con las cejas tupidas te dará el inconfundible aire de un nacional… jajaja Como medida extrema, puedes ponerte el cinturón 10 centímetros por encima del ombligo y de paso, te encajas una boina negra.
    Ay Dios! hoy ando con el humor negro subido!
    Al mal tiempo, carcajadas!

    Un abrazo, pero desde lejitos, para que no crean ( o sepan) que yo también soy sospechosa por asociación…
    Palas

  5. Pues amigo invisible Oca, la verdad que lo envidio.
    Es màs, dirìa que dadas las circunstancias un tanto rayando en la lìnea de las grandes psicosis colectivas, es usted una persona con suerte.
    Otro decir serìa el momento en que vaya caminando y el soldado le llegue a preguntar:
    – ciudadano, ¿es suya esa cara?
    Y uno como consternado re-pregunte:
    – Sr soldado, a cual cara se refiere a èsta (aquì señala uno con el dedo la cara de uno)
    Y la cosa se empieza ya a complicar si el Sr soldado insiste en la pregunta.
    – Sì, ciudadano, esa cara, es suya o no es suya?
    ———————————————————
    Y aquì la parte de la despedida. Grato en pasar siempre por aquì….làstima que hemos llegado a ese punto en que ya no le dicen a uno…. pero no se quede afuera pase no màs y tòmese un vinito Rioja. 🙂

  6. No por mala educación amigo K. Eso nunca. Lo que pasa es que usted ya ha adquirido el derecho de abrir la nevera, sin pedir permiso. O tener una muda de ropa aquí, para cuando necesiten albergue.

    Además: No podías expresarlo mejor, estaba hurgando en mis sentimientos para definirlo y es lo que has dicho. Me han preguntado si era mía esa cara. Exactamente. Pero no todo es tan malo. Ya estoy en condiciones de leer, con riesgo de comprenderla, La Náusea de Jean Paul.

    Querida Palas, hija de Zeus. Mi sabia protectora: He dejado hoy la mochila y la cara en casa y no me han molestado. De hecho, me puse un koala, pero con temor, no me fuesen a acusar de tráfico de animales exóticos.

    Insisto. Como extraño a Kruschev, a Kennedy, a Jonson a Brezhnev.

  7. Oca,
    Una pregunta que revolotea y quiere salir: ¿Cómo es que hay soldados negros? Non capisco!

    Soldados Afro-Españoles, ( o Afro-Ibéricos?) negros ????
    Por favor, explain to me!

    Y con perdón de la disgresión: ¿Porqué los medios españoles llaman públicamente al actual presidente «El Bambi» ? No me atrevo a hacer conjeturas, así que nomás pregunto para saber…
    Ilustradme, oh sabio amigo!

    Perpleja y fuera de base,
    Palas

  8. Soldado Negro:
    Bueno, son excepcioanales, pero posibles.
    1) Hijo de un inmigrante africano nacionalizado español. Con lo cual nace Español.
    2) Inmigrante iberocamericano, no nacional español, que trabaja como soldado para el ejército español. Que es un ejército profesional. Ya comenté algo en http://www.ocatrapse.org/b2evo/blogs/index.php?p=50&more=1&c=1&tb=1&pb=1
    3) En todo caso, si es iberoamericano, lo de afrodescendiente, usado como lo escuché en estos días en Vzla, es una… tontería, porque en todo caso seríamos. hispano-indioeuropeo-afro-caribe-yanomami-timotocuica-etc-descendientes.

    Lo de ZP:
    Probablemente porque tienen un estilo político marcadamente distintinto a su antecesor. Usa palabras raras como diálogo, entendimiento, consenso, pluralismo y cosas así, que despiertan la incredulidad de una sociedad a la que le esperan nuevos y profundos debates. A mi me cae bien ZP.

    Besos.
    PD: Date tu puesto. Aquí la sabia eres tu.

  9. Eso quisiera yo, pero gracias por tu generosidad

    Love, hugs & kisses
    Have a wonderful week end!

    Palas

  10. El Chacal yeah! Orgullo venezolano…

    mmm

    yo creo que es muy bueno que le revisen los documentos a la gente… y que los coloquen contra la pared… pero no sólo a la gente de mochilas y dreads, a todos… a todos nos tienen que revisar…

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