Al humorista desconocido

El español promedio no conoce a Los Tres Chiflados. De hecho, mientras investigaba para esta nota, he obtenido siempre respuestas negativas, incluso la persona que me atendió en la filmoteca nacional, terminó con un “…para mi son absolutamente desconocidos, lamento no poder ayudarle.”

Tengo curiosidad por saber, cuales fueron los criterios empleados para no proyectar a Los tres chiflados en España. Porque por otro lado, la gente en general conoce a los Hermanos Marx, a el gordo y el flaco y al genio suicida de Buster Keaton. Y aunque entiendo que a muchos lugares tampoco han llegado estos otros trabajadores del humor, pensaba que unos como Curly, Larry y Moe, con más de 200 filmes a cuestas y 50 años de carrera, debían conocerse en todo el mundo, aunque fuese de oídas.

Todo esto, me ha dado para pensar, que tal vez, los movimientos antiglobalización deberían tomar como bandera el humor, porque no hay nada más difícil de globalizar. Me refiero al humor originario, al cercano, y pido que obviemos a las sitcom, (situation comedy) porque, aunque soy fanático de alguna de ellas, pienso que son un producto distinto, son fruto de una ciencia exacta: la ingeniería humorística.

El humor de exportación al cual me refiero, es aquel que puede llegar fielmente a las personas de distintas realidades. Pienso que Los Tres Chiflados hacían ese tipo de humor, en su caso, extravagante y de desastre. Curiosamente, es un humor en el cual se habla poco y actúa mucho. El otro humor, el difícilmente globalizable, es el más efectivo, el que hace que la gente se ría de su realidad y le facilita afrontarla: el humor bandera.

Separados así los “humores”, he de decir, que siempre he tenido mayor admiración por los humoristas de vocación universal. Chaplin fue uno de ellos. Cuando le mostraron por primera vez el cine sonoro, se negó a usarlo, argumentaba que si hablaba, la gente ya no le comprendería.

Lo que si me resulta curioso, es que el supuesto opuesto del humor, el drama simple, sea más fácilmente globalizable (aunque no sé, de repente es otro tipo de humor). Por ejemplo, las telenovelas Latinoamericanas, han sido asimiladas por el público europeo y hasta árabe, pero no me imagino a nadie de aquí riéndose con Radio Rochela, o de allá riéndose con los españoles Cruz y Raya, o a mi riéndome con SNL – Sarurei nait laiv -, vamos que me cuesta, aunque de todo hay.

Finalmente, quisiera hacer una referencia a los humoristas secretos, aquellos que vemos a escondidas, y que casi nadie admite haber visto, para no exponerse a rechazo social. Porque nuestros gustos en el humor también pueden delatarnos. El mío es Rowan Sebastian Atkinson, mejor conocido como Mr. Bean. Lo vi por accidente, hace como doce años, en el canal del estado…- ¡ven!, oculto, donde casi nadie pudiera verlo – y desde entonces recurro a él, de vez en cuando, como terapia, porque definitivamente, con los otros, con los seudo-humoristas de vocación universal que por estos días gobiernan el mundo, no se si reírme o llorar.

9 pensamientos en “Al humorista desconocido

  1. increible que en españa no conozcan los tres chiflados.. apoyo a chaplin que gracia tendria si hubiese abierto la boca lo hicieron con la pantera rosa.. chimbo!

  2. Pues si, he visto ,en las expresiones de la gente en España, que desconocen totalmente a nuestros Tres Chiflados, que acompañaron nuestras infancias. Creo que debido a esa carencia y a muchas más, carecen en su mayoria ( ojo, no todos son así) el sentido del humor y exciben, facciones mas entumecidas,jajajaja.
    Respecto a Ms. Been….pues ha hecho que descubra en mi, la facilidad con la cual me irrita el verlo, pero respeto todos los gustos.
    Al fin cuando me veo obligado a ello, opto por dormirme, es máss, sano para mi:-)

  3. Por allí van los tiros, pero quien es el responsable de que cierto tipo de humor, no haya llegado a una sociedad en particular.

    ¿Puede una sociedad aprender patrones de comportamiento basados en el humor? (en el bueno digo)

  4. Si se me permite una pequeña disgresión, yo creo que la percepción de lo que es gracioso cambia con los años. Me explico: Cuando estaba más mente’pollo, me reía mucho con las pazjuatadas de Chespirito, el Chavo del Ocho y los otros personajes de este cómico mexicano. Hoy día no le veo ni pizca de gracia al Chavo del Ocho: Es una comicidad – a mi modo de ver – que trata de provocar risas a costa de conductas abusivas: Doña Florinda, prejuiciosa y agresiva, sin mediar palabra siempre le cae a cachetadas a Don Ramón, y al Chavo del Ocho, todo el mundo le cae… ¿Y entonces, dónde está el motivo para reír? Será que la falta de tolerancia y sensibilidad humana es motivo de risa?

    No sé quiénes harán reír hoy a los españoles, pero años atrás era muy popular Gila, un tipo con mucha chispa.

    Hace tiempo que no pasan nada de Mr. Bean. Me encanta porque – guardando la distancia del estilo – algo en su simplicidad me recuerda a Jerry Lewis, con quien me reía mucho también.

    De paso, ¿Alguien se ha reído alguna vez con un chiste alemán?

    Hasta más reír,
    Palas

  5. El estilo de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito (notese que es el dimunitivo de Shakespeare), fue muy popular en la década de los 60 y 70. Lo que hacen es explotar la escena infinita, que repite una pauta que engancha una y otra vez, frases, expresiones etc. ¡Qué milagro que viene por aquí!, ¡es que no me tienen pasiencia! ¡y ahora, quien podrá ayudarnos! Completamente predecible, pero gracioso precisamente por eso. Eso mismo se sigue usando mucho en otros programas de humor basados en Sketches, y por alguna razón funciona. Yo todavía me rio, que le voy a hacer.
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    Gila murió en julio de 2001 y comparto contigo que era muy especial, y como muchos basó casi toda su carrera en monólogos ingenuos en extremo, y allí estaba su gracias. Cuando contaba su vida siempre empezaba con el ya famoso: «Cuando yo nací mi madre no estaba en casa, se había ido a Toledo a curarse un orzuelo». Lo de qué se rien los españoles… pues, lamento decirte que por mi condición de exiliado y como respecto a este país que me acoge, no debo dar opiniones políticas. Aunque con esto se me ocurre otro post.
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    Se me olvidaba Jerry Lewis, por cierto que está gordísimo, creo que por una enfermedad, hace unos meses lo ví cuando le hacían una entrevista en el show de Larry King. También disfruté mucho con sus películas, es verdad, que buenos tiempos 🙂 Abod y Costelo también me hacían reir mucho, nunca olvidaré la escena de quien está en primera y cual está en segunda…

  6. no puedo olvidar los inolvidables momentos de alegria que me hacen pasar los tres cada vez que los veo, son como una constante en el humor que tanto nos hace falta cada dia para poder afrontar la vida, esos inborrables capitulos que van a quedar siempre guardados en la memoria de todos los que los admiramos, y pensar como nos hacen falta.

    hasta luego, gracias.
    me envias fotos ,
    te doy muchas gracias

    JCL 2004

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