Felicitaciones al Reino

Esta nota es para felicitar a los Españoles, que hoy 6 de diciembre conmemoran los 25 años de la aprobación, en referedo popular, de su Constitución.

Realmenente es muy interesante observar lo que se dieron como pueblo durante el periodo de transición. Recurriendo al trillado ejemplo, si alguien hubiese entrado en coma en noviembre de 1975, cuando murió Franco, y despertado hoy, le resultaría increíble la transformación que ha tenido el pueblo Español.

Lo que hoy les pudiera resultar normal a la generación que ha nacido y crecido en los últimos 25 años, eran cosas excepcionales antes de 1975. Incluso algunas limitaciones resultaban dolorosamente ridículas, principalmente en los derechos sociales: no existía el divorcio, las mujeres no podían ni abrir una cuenta bancaria sin permiso escrito del marido, los anticonceptivos eran ilegales, no había derecho a huelga, ni de asociación política, ni libertad de expresión y sólo tenían dos canales de televisiones, que además eran del estado.

Por lo que he podido conversar con gente que la vivió, ni ellos mismos estaban seguros de cómo terminaría aquéllo, sólo contaban con una no autoreconocida fe, y la voluntad de no estropearlo todo.

Para ilustrarles un poco, el equivalente Latinoamericano de lo que he visto aquí, a nivel de reconciliación nacional, sería que dentro de 25 años algún recalcitrante político o temindo opositor de estos días , se encuentre firmando su biografía tranquilamente en una feria literaria de su país, sin escolta, sin miedo. Eso fué lo que pensé cuando vi a Santiago Carrillo haciendo eso en la Feria del Libro de Madrid la primavara pasada.

Confío en que las adolecentes democracias Latinoamericas puedan superar con éxito, la traición de sus hormonas, sientiéndose algún día tan orgullosas de lo que son y tienen, que puedan recordar humildemente lo que fueron.

4 pensamientos en “Felicitaciones al Reino

  1. Anoche comentábamos sobre alguna de las características del español en una mesa donde había españoles, que 30 años de dictadura represiva, socialmente y en algunos aspectos, acaban de pasar…. socialmente eso fue ayer.
    30 años afectan a dos o tres generaciones directamente y posiblemente a otras dos indirectamente y aunque este país va como una bala de progreso aún hay lastre que dejar atrás.
    Me causa curiosidad como la gente tiene ese período como un tabú… nunca he presenciado una conversación donde se hable abiertamente sobre el tema. Por ejemplo mucha gente no dice «Franco» ni siquiera… prefiere usar «el bajito» o algún otro adjetivo para referirse al dictador.
    Pero como dice el amigo E, en 10 años este país va a ser la leche.

  2. No sé mi comentario será políticamente correcto, pero creo que donde he podido escuchar más comentarios abiertamente es en personas de entre 35 y 45 años, que no perdieron a un familiar directo en la guerra. Cualquiera que haya vivido muy de cerca las consecuencias del antiguo régimen suelen preferir no hablar de aquello y lo considero una actitud completamente justificable.

    En el momento de la muerte de Franco, casi la totalidad del alto mando militar había participado en la guerra. Y las estructas del régimen se debatían entre los aperturistas y los inmovilistas. Inicialmente se quería hacer un cambio desde adentro. Ningún partido era legal. Lo más sorprendente de todo, es que ninguno de los protagonístas de entonces vieron en el Rey, a alguien que pudiera impulsar dichos cambios. Todavía en 1981 intentan un golpe de estado.
    Al final pasó lo que se deseaba pero en una forma que entonces, nadie contemplaba.

    Con lo cual podría intuir, apostando a lo improbable, que ninguno de los políticos actuales en Latinoamérica será protagonísta de la consolidación de la democracia. Los líderes del bienestar han de estar comenzando el bachillerado y los de la transición la universidad.

    Gracias por participar.

  3. A propósito de «reconciliación nacional» me viene a la mente el síndrome de amnesia recurrente que sufren los pueblos. Esa amnesia selectiva y persistente en el tiempo, se manifiesta en actos de suicidio (masoquismo disfrazado?) colectivo de los países, cuando reeligen a quien en su momento fuera un pésimo gestor de la cosa pública, sólo porque los demás candidatos no les simpatizan. O por la simpleza también colectiva que invita a no pensar: «Más vale malo conocido que bueno por conocer»

    En este devenir de las cosas, a veces pienso con horror, que a menos que desaparezca físicamente, todo criminal de guerra, tirano y/o malversador de un país, eventualmente podrá postularse de nuevo, contando siempre con la mala memoria de sus conciudadanos, y por supuesto, contando con que la gestiòn de quienes lo siguieron en el «trono», fue igual de mala o quizás peor.

    Saludos,
    Palas

  4. Estoy casi, casi convencido que la memoria colectiva no existe, solo persisten los recuerdos en la generación que experimenta la parte más cruda de las cosas. Por eso los constituyentes del ’61 incorporaron aquello de que sólo te puedes presentar a reelección pasados 10 años del primer mandato. Para que la gente se olvidara un poco.

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